jueves, julio 20, 2006

Musa

Ella poso sus pies descalzos en las arenas de aquel sitio y le dio la espalda a la música para escuchar otra más perfecta y tranquila, esa que con las olas arrastraba el mar hacia aquella orilla. Su mirada se perdió en complicidad con la oscuridad de esa noche y por un momento desee ser el único que la escuchara junto a ella.